Por Diana Carolina León
El 17 de agosto de 2016, Quibdó, la capital chocoana, amaneció paralizada por la protesta de sus habitantes contra el gobierno nacional, quienes se manifestaron por el abandono estatal que sus habitantes perciben y el incumplimiento del gobierno a la ciudad; un movimiento que empezó el 20 de Julio del mismo año, cuando los municipios chocoanos no se unieron a la celebración de la independencia, sino que protestaron por las inequidades y el olvido del gobierno. Después de siete días en los que el comercio y las instituciones educativas de la ciudad permanecieron cerrados, el gobierno y el comité que lideró el paro llegaron a un preacuerdo y el posterior levantamiento del paro. Sin embargo, la situación sigue siendo alarmante, tanto de la ciudad como del departamento, dado que ha persistido en el tiempo y no se le ha brindado la importancia que amerita. Detallando algunas de las principales problemáticas que acongojan la región, este blog trata de mostrar la situación actual de Quibdó y mostrar que aquellas alarmas que detonaron el #ParoCívico o #ParoNegro van más allá de un problema de coyuntura actual y ha estado presente en el día a día del departamento por mucho tiempo.
La localización geográfica del Chocó, departamento del cuál Quibdó es la capital, le otorga un punto estratégico con salidas a los dos océanos, Pacífico por el occidente y Atlántico por el norte, y conexión fronteriza con Panamá, que poco o nada han sido aprovechadas en términos de competitividad económica. Además, es un territorio que cuenta con una amplia biodiversidad y multiculturalidad social. En particular, Quibdó se encuentra ubicado a las orillas del río Atrato, el cual tiene una relevancia geográfica al comunicar el departamento hasta el Mar Caribe. Aunque, la geografía que rodea la ciudad la convierte en un centro urbano en medio de la selva, el índice de ruralidad ha venido decayendo durante los últimos años, de hecho, en 1993, la población rural representaba el 39.7% del total de la población pero actualmente representa un poco más del 5% de sus habitantes. Pero esta transición demográfica no ha estado acompañado de un mejoramiento en la calidad de vida de los habitantes urbanos. En primer lugar, la deficiente cobertura de los servicios públicos se ha vuelto en la problemática principal del municipio. Para empezar, el acueducto sólo cubre el 29.9% de la población y el alcantarillado, el 13% de esta.
En la actualidad se está desarrollando el proyecto de “Aguas para la prosperidad”, el cual aumentaría la cobertura estimada del acueducto hasta el 95% de la población, disminuyendo los problemas de salud pública generados por la falta de agua potable en los hogares quibdoseños. Así mismo, la problemática del alcantarillado en el municipio genera un gran impacto ambiental dentro del contexto ecológico y biodiverso, pues los vertimientos de aguas residuales a las fuentes hídricas no tienen ningún manejo de canalización ni tratamiento, dado que actualmente el municipio no cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales. En este aspecto, en el Plan de Desarrollo “Quibdó MIA”, se dirigieron 500 millones de pesos para la realización de estudios técnicos del acueducto y el alcantarillado, donde se busca abarcar más del 80% de la cobertura de este último.
Aunque los proyectos iniciados buscan incrementar el bienestar y mejorar el estado de salubridad de la población, los grandes retos de estos proyectos están en la adopción del acueducto por la población y de una cultura de pago, pues, actualmente los habitantes de Quibdó prefieren almacenar el agua de lluvia para el consumo, lo cual, no representa ningún costo monetario inmediato en los hogares, pero el estado de estos tanques de almacenamiento no tiene las condiciones mínimas de higiene, lo que genera problemas de salud en los hogares.
Por su parte, la calidad del aire y la salud de la población también se ve afectada por el botadero a cielo abierto Marmolejo, donde, en un área de 22 hectáreas, se disponen aproximadamente 94 toneladas al día de residuos sólidos. Este botadero se encuentra a 4.5 kilómetros del área urbana de Quibdó, sobre la vía hacia Medellín. Hoy en día, Aguas de Atrato está liderando un proyecto de reubicación del relleno sanitario de la ciudad, pero en todo el departamento, sólo dos municipios cuentan con relleno sanitario; los municipios restantes disponen sus residuos en siete cuerpos de agua y 19 botaderos a cielo abierto.
Por otro lado, el desarrollo de todas las actividades económicas, culturales y sociales que dinamizan la ciudad depende de las condiciones en las que se encuentren los espacios físicos de las áreas construidas, tales como; plaza, vías para el transporte, redes peatonales, jardines, parques, etc. Estas edificaciones se convierten en el complemento de las viviendas de los habitantes, lo que va a definir parte importante de la calidad de vida urbana y la socialización de la ciudad. En el caso de Quibdó, no hay datos concretos que midan las áreas verdes y/o el espacio público por habitante, pero FINDETER resalta el déficit de estas por la escaza arborización urbana y, aunque la cabecera municipal cuenta con varios espacios de recreación y escenarios deportivos, dichas instalaciones no cumplen los requerimientos mínimos para un funcionamiento óptimo. En muchos casos, sobre todo en los corregimientos, estos espacios han sido instalados por la comunidad y no cuentan con la dotación necesaria.
Al hablar de la movilidad y el transporte se debe tener en cuenta las condiciones geográficas de las que goza Chocó, de la cuales la comunidad se ha sabido acoplar. Empezado por su hidrografía, la cual constituye los ejes de poblamiento, y son una fuente de transporte interno para la comunidad y sus actividades económicas, pues casi 2000 personas se movilizan diariamente por las fluviales principales de Quibdó. A pesar de la importancia de este medio de transporte y la cotidianidad con que es usado, no existe ni infraestructura portuaria ni señalización que fortalezcan su uso. Así mismo, la deforestación de las riberas y el vertido de residuos sólidos no son controlados de tal manera que se garantice una segura navegabilidad. Teniendo esto en cuenta, los beneficios potenciales de la composición hídrica departamental está limitada, pues, según el ministerio de transporte, el potencial de carga de dichas vías fluviales es de alrededor de 267 mil toneladas al año pero, en estos sólo se moviliza 83 toneladas, desaprovechando el potencial de transporte.
Dado que gran parte del sistema vial municipal ha sido construido directamente por la comunidad, este no cuenta con la señalización ni reglamentación necesaria para su tránsito adecuado. La problemática es tal que, el 80% de las vías no tienen andenes ni un manejo de las lluvias sobre las vías. Este mal estado de la malla vial ha llevado a que menos del 2% de la población se movilice en bus del servicio público, y por lo tanto, no haya una planeación de horarios ni de rutas claras de este servicio. Por ende, el 51% de la población se moviliza en motos pues el servicio de moto-taxi transporta alrededor de 13 mil personas diarias, pero sobre este no se ejerce ningún control de seguridad ni movilidad, lo que pone en riesgo a la población que usa el servicio y a quienes se movilizan a pie, lo que corresponde al 13% de la población.
Desde el punto de vista de la competitividad económica de la región, el turismo sólo representa 6.2% del producto del departamento a pesar de su gran biodiversidad. Así mismo, una de las grandes características del departamento es su multiculturalidad, la cual es representada en diferentes manifestaciones musicales, cultos religiosos y artesanías, que representan una oferta turística llamativa. Sin embargo, esta atractivo no ha sido organizado ni controlado de tal manera que los visitantes de la ciudad logren disfrutar de los servicios del turismo.
Al analizar el mercado laboral de Quibdó, este no ofrece algún mecanisimo sólidos de generación de empleo, lo que ha llevado a que la informalidad sea la oportunidad de empleo con más fuerza del municipio y abra un espacio para las actividades ilegales como la prostitución, los grupos armados y la mineria al margen de la ley. Una de las causas de la baja competitividad económica se debe a las deficiencias del sistema educativo distrital, pues la tasa de analfabetismo de esta ciudad, según el CENSO del 2005, equivalía al 14.22% de su población pero el MinEducación reporta que, actualmente, el 15.2% de los habitantes de Quibdó son analfabetas, convirtiéndola en la segunda tasa más alta del país. Esta situación genera retrasos que afectan directamente la calidad de vida de sus habitantes.De igual manera, otra tasa preocupante es la deserción escolar, una situación derivada de la necesidad de sus habitantes por buscar ingresos para sus familias, la baja calidad educativa y/o la poca accesibilidad a un centro educativo. Aunque la alcadía esta adelantando dos megacolegios de alta calidad y con la dotación adecuada para atender 4500 estudiantes, los centros educativos existentes presentan una baja calidad de su infraestructura que ponen en riesgo el desempeño de la clase y la calidad de la vida estudiantil.
El sistema de salud también esta en alarma roja, pues más allá de las preocupantes situaciones que afectan la calidad de vida de sus habitantes, como el acceso de agua potable, existe otras situaciones que ponen en riesgo el acceso a la salud del municipio. Aunque los datos muestran que la mayoría de la población se encuentran afiliados al sistema de salud, la problemática en este tópico se ve en las cifras de embarazo adolescente, pues la tasa de embarazo equivale a casi 120 nacidos por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años, y así mismo, a pesar de la baja mortalidad infantil por desnutrición (6 niños de cada 1000), la tasa total de mortalidad infantil es 37,8 muertos de cada 1000 niños. A esta situación se le suma las condiciones en las que se encuentra el Hospital San Francisco de Asís, el cuál, a pesar de no ser un hospital de nivel III, es el principal hospital del departamento y, que actualmente presenta una situación fiscal que no le permite ser auto sostenible, poniendo en riesgo el acceso al sistema de salud de los quibdoenses.
Por último, la gobernabilidad y el desempeño fiscal han representado para el municipio un dolor de cabeza sobre el manejo de sus finanzas y cuentas municipales. Aunque el Indicador de desempeño fiscal muestra que, el municipio ha mejorado su desempeño en los últimos años, aún se encuentra en niveles preocupantes de manejo de los ingresos y la destinación de los gastos. En primer lugar, el municipio gasta más del 80% de los ingresos corrientes de libre destinación, lo cuál lo ha colocado en una categoría en la que la Nación no puede apoyar al municipio ni las entidades financieras pueden otorgarle créditos. Así mismo para el año 2013, la evaluación de ciudades emblemáticas encuentran que la eficiencia del recaudo del impuesto predial es sólo del 9.6% y que el manejo de la deuda no ha sido el adecuado, pues los pasivos ascienden hasta los 60 mil millones de pesos, y no existía una contabilidad de las obligaciones de deuda pública ni tampoco había efectuado el pago por el servicio de la deuda, lo cuál implica que Quibdó no tiene capacidad de endeudamiento para financiar inversiones a través de créditos.
Lamentablemente, todas estas situaciones afectan de manera inmediata la calidad de vida de los habitantes de esta zona y estancan el desarrollo económico de largo plazo. Aunque muchos de las escenarios planteados aquí, y otros que no, han persistido en el tiempo, aún no se ha hecho algo efectivo que logre remediar la situación. Teniendo en cuenta la coyuntura nacional y los planes del gobierno para el desarrollo del país, esta región juega un papel importante dado su posición geográfica y las oportunidades que esta genera, pero la baja competitividad y estándares de la ciudad, impiden el progreso potencial de aquellos planes gubernamentales y, aunque estos problemas no sólo se derivan del “abandono estatal”, es importante que la fuentes de inversión empiecen a mirar la región y generar oportunidades para sus habitantes para disminuir las brechas que el departamento y el municipio tiene frente al resto del país y frente a otros municipios de su misma región.
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REFERENCIAS:
Ávila Jiménez, Cristian (18 de Agosto de 2016). Los 5 males que tienen a Chocó en Paro Cívico. El Tiempo. [Recuperado de: http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/los-males-que-tienen-a-choco-en-paro-civico/16676091]
Chocó y su grito de protesta para este 20 de Julio. (19 de Julio de 2016). Semana.com. Recuperado de: http://www.semana.com/nacion/articulo/choco-no-celebra-el-20-de-julio-y-sale-a-protestar/482626
FINDETER (2015). Ciudades Emblemáticas: Plan de Acción de Quibdó.