Por Julián David Gómez
En el corazón en donde se albergan unas 9000 especies de plantas vasculares, 200 mamíferos, 600 aves, 100 reptiles y 120 anfibios, el Departamento del Chocó se configura como uno de los lugares estratégicos en el que la minería ilegal funciona en Colombia. Sus ríos ricos en platino y en oro, sumado a una carente regulación estatal, han generado en el Chocó los incentivos necesarios para que grupos ilegales inviertan en la extracción de ambos minerales. Así, en 2014 alrededor del 79 % de las hectáreas afectadas por la minería ilegal pertenecen a los departamentos de Antioquia y del Chocó (UNODC, 2016), no obstante el problema de la minería ilegal no es exclusivo de la actualidad.
Desde comienzos del siglo XX la explotación de aluvión en el Chocó se ha constatado como una de las principales actividades económicas de la región, debido a su alta rentabilidad ha logrado una continuidad innegable hasta nuestros tiempos. No obstante, cuando el modelo de extracción de los minerales deja de ser manual y se convierte en uno de tipo industrial –sin la adecuada regulación– los impactos socioambientales se muestran negativos. El caso de la Chocó Pacífico, por ejemplo, evidencia cómo ya en la década de los veintes la extracción de platino se llevaba a cabo por parte de multinacionales extranjeras que, además de obtener mayores retornos que los locales, actuaban desde la ilegalidad evadiendo impuestos, apropiándose de segmentos del río que no pertenecían a sus concesiones y desplazando a la población nativa que estuviera cerca de las minas (Gómez, 2014; AGNFME, 1920-1933).
En este sentido, se podría decir que durante estos cien años la riqueza mineral del Chocó ha representado más una condena a la pobreza y a la explotación que una solución a su economía regional. Así, una muestra de lo anterior resulta ser el intento fallido por recaudar impuestos a la compañía Chocó Pacífico entre 1920-1925 (Gómez, 2014). Durante este periodo, el gobierno a través del Ministerio de Industria y Comercio estipuló en los contratos de concesión el pago de un impuesto nacional bruto del 10 % a la explotación de platino más la construcción de una escuela y un hospital para la región de San Juan y el Condoto, lo cual no se hizo efectivo en estos años (AGNFME, 1920-1933).
Por el contrario, si se tiene en cuenta que la producción de la empresa en este periodo fue de unos $ 11 254 650 dólares (precios constantes), la evasión del 10 % bruto de los impuestos correspondería a $ 1 125 468 dólares (precios constantes), que habrían equivalido al 6 % de los $20 000 000 de dólares (precios constantes), otorgados por la concesión de Panamá, en la misma década (Gómez, 2014). Es decir, que la falta de control fiscal y las deficiencias estatales para hacer ejercer los contratos de concesión de las minas produjeron no solo los daños ambientales de los ríos San Juan y Condoto (Castillo & Corredor, 2013), sino también una pérdida económica de bienestar que bien podrían haber aprovechado los habitantes de la región para la construcción de bienes públicos.
Ahora, si nos concentramos en el problema actual de extracción minera en el Chocó fácilmente podemos establecer algunas similitudes que existen entre el caso de la Chocó-Pacífico y la industria de los últimos años. Estos hechos son: primero, el argumento del gobierno sobre crecimiento económico como justificación de la explotación de recursos no renovables; segundo, la participación de las compañías extranjeras es dominante (por ejemplo, de 1.5 millones de hectáreas tituladas a la gran minería, el 60 % de estas están tituladas a la Anglo Gold Ashanti); y tercero, los grandes montos de exención y evasión, que según las cifras de Frasser & Restrepo (2012), son de 6.1 billones de pesos –lo cual es mayor que el pago que se registra en regalías–.
Adicionalmente, el aumento de zonas afectadas ha tenido una tendencia explosiva ya que de 302 hectáreas afectadas en el 2001 el Chocó pasó, en el 2014, a tener 36 185 hectáreas de selva, tierra y ríos arrasados por retroexcavadoras, dragas y balsas en busca de oro y platino (Tiempo, 2016). Por otro lado, si se toma como indicador el número de noticias de algunos medios nacionales relacionados con minería ilegal en este departamento, se tiene que entre 2009 y 2016 la tasa de crecimiento de noticias ha sido de aproximadamente del 3 % solo para el caso de El Tiempo. Es decir, que contrario a lo que se esperaría, el hecho de que las actividades extractivas de carácter ilegal se hayan incrementado en este periodo, sugiere que la protección y limitación a la explotación en el Departamento del Chocó continúa siendo deficiente e incluso ha empeorado.
Asimismo, la extracción de metales preciosos evidencia un crecimiento no despreciable. Siguiendo el Informe de Coyuntura Económica Regional del Departamento de Chocó, la variación porcentual de la producción de platino y oro entre 2010 y 2011 fue de 23.8 %, lo que lo ubica como el primer productor de oro y el único productor de platino del país (ICER, 2011). En consecuencia, si tenemos en cuenta que, según el Censo Minero Departamental (Energías, 2011), el 99,2 % de la extracción de metales preciosos se genera de forma ilegal en el Chocó, podemos ver que aun cuando aumenta la producción de metales únicamente el 0,8 % de los mismos tiene impacto en las cuentas nacionales y departamentales. En otras palabras, el beneficio de esta actividad no se traduce de ninguna manera en un aumento de bienestar para la población en tanto un tercio de su PIB se conforma por regalías (Planeación, 2015) y casi el 100 % de la producción no está siendo gravada, lo que va en detrimento de sus potenciales ingresos.
En resumen, una perspectiva comparativa e histórica del proceso de extracción de metales preciosos en el Departamento del Chocó nos brinda elementos para establecer que las actividades de minería ilegal y sus consecuencias negativas no corresponden únicamente a una problemática presente. Contrario a esto, el caso de la Chocó-Pacífico nos sirve como evidencia para entender cómo a lo largo de cien años el papel del Estado ha sido determinante no solo en la continuidad, sino también en los efectos de la minería ilegal y de la evasión de impuestos, por parte de las compañías extranjeras, en el bienestar y en los indicadores de calidad de vida de sus habitantes. En este sentido, es pertinente un análisis que estime las cifras de producción y sus respectivos montos de evasión con relación a los indicadores de pobreza y desigualdad del Chocó.
Bibliografía:
AGNFME. (1920-1933). Fondo Ministerio de Minas y Energías (Vol. 16). Bogotá.
Castillo & Corredor, Á. &. (2013). Las compañías Chocó Pacífico y Tropical Oil a comienzo del siglo XX. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Energías, M. d. (2011). Censo Minero Departamental 2010-211. Bogotá: Ministerio de Minas y Energías.
Fergusson, L., & Suárez, G. (2010). Política Fiscal, Un enfoque de tributación óptima. (E. Uniandes, Ed.) Bogotá.
Frasser, C. C., & Restrepo, L. M. (2012). Sector Minero en Colombia ¿El Auge para Quién? El Observatorio Regional.
Gómez, J. (2014). Regalías y Evasión de Impuestos de las Multinacionales: Caso de la Chocó Pacífico 1920-1925.
ICER. (2011). Informe de Coyuntura Económica Regional . Bogotá: DANE- BanRep.
Planeación, D. N. (2015). Inversión y Finanzas Públicas del Chocó. Obtenido de Chocó: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Inversiones%20y%20finanzas%20pblicas/Choc%C3%B3%2015.pdf
Tiempo, E. (4 de Julio de 2016). Extracción ilegal de oro está arrasando con las selvas del Chocó: ONU. El Tiempo.
UNODC. (Junio de 2016). UNODC. Obtenido de Colombia, Explotación de Oro de Aluvión Evidencias a partir de Percepción Remota: https://www.unodc.org/documents/colombia/2016/junio/Explotacion_de_Oro_de_Aluvion.pdf