Por: Gabriela Grisales
La dicotomía mente/cuerpo están pupitre de frente al profesor. Apenas nos movemos, rofesor y apenas nos movemos: nuestras piernas justo en la raíz del pensamiento tradicional occidental: la única forma que consideramos válida para la adquisición de conocimiento es la que pasa a través de nuestro intelecto, nuestra función “racional”. De ahí que la educación que hemos recibido, en la mayoría de colegios, escuelas y universidades colombianas, se limite estrictamente a la lectura, análisis y diálogo de distintas “asignaturas”, en el contexto particular de un salón de clase estándar: nuestro cuerpo está ahí de frente al profesor, lo sabemos, pero bien podría no estar, nuestras piernas apenas se mueven y nuestros brazos repiten mecánicamente la tarea de la escritura. Por otro lado, como lo dice la antropóloga Amparo Sevilla, que se dedica al estudio de la danza en la tradición mexicana, las viejas culturas de todo el mundo coinciden en un paradigma en el cual cuerpo y cosmos son uno sólo. No existe una división entre el cuerpo y todo lo demás. Es a partir de la división entre cuerpo y alma en la visión judeocristiana que se empieza a escindir el cuerpo y a plantear otro paradigma: el cuerpo individual, que puede entrar en contacto, pero no es parte de. (Sevilla, 2016)
Por su particularidad, la danza del pacífico ha llegado con mucha fuerza a contextos artísticos y recreativos en las ciudades y cada vez más, sus habitantes tenemos la posibilidad de entrar en contacto con éstas. Es por esto que hayo importante analizar la danza como agente activo en la labor de conocer esta región del país, al cuerpo como conocedor de un contexto. ¿Qué aspectos de la región pacífica han conocido un grupo de participantes de la escuela de danza Zajana a través de los movimientos de la danza “afro” y folclórica del pacífico?
Las siguientes afirmaciones fueron recolectadas a través de una serie de entrevistas con los miembros de la escuela, personas que no han visitado la región pero que a través del movimiento y el ritmo de los tambores se aproximan a ella:
“Yo considero que debido a que estas danzas se originan desde la cotidianidad de los habitantes de la zona, en las danzas del pacifico se encuentran pasos que hablan sobre el rio, danzas que imitan cómo los hombres cargan el machete para abrir camino, danzas sobre la maternidad y la fertilidad.” Candelaria Torres octubre, 2016
“ Además de poder conocer algunos aspectos culturales, algo que se ve muy claro es la manera en la que ellos valoran mucho su entorno, debido a que le dan un valor muy significativo a sus quehaceres y su vida cotidiana. Tanto así que le rinden tributo con danzas y cantos.” Xiomara Navarro, bailarina, octubre 2016
“Siento un ancestro que es innegable. Aunque yo sea blanca y siempre haya vivido en Bogotá, siento que esa danza me hace sentir como si hubiese vivido en el pacifico siempre, y más que todo como si entendiera lo que es lavar al lado del rio, pescar, dormir con la selva en el oído. Creo que es una gran característica de todas nuestras danzas tradicionales, uno siente el origen así no haya estado en el.”
María Mónica Bermúdez Cortés, septiembre 2016
“El vestuario y sus colores los relaciono con la biodiversidad y características climáticas de la región pacífico”
Alba Lucía Abella, septiembre 2016
“Los diferentes tipos de danzas pacífico son el reflejo de su historia, de sus antepasados, de la forma en que se interrelacionan, el “coqueteo” entre el hombre y la mujer, el papel del hombre con su imponencia y su fuerza, y el papel de la mujer con su sensualidad, como madres, como compañeras de grupo, reflejando las estructuras sociales y el rol que desempeña cada género.”
Marta Liliana Márquez, octubre 2016
He tenido la experiencia de abordar desde la técnica y la academia, los ritmos africanos (danza afro tradicional de Colombia, afro-contemporánea, afro guinea ecuatorial, danza afroyoruba y el soukous). Lo que siento con este tipo de danzas, es como la percusión marca mi ritmo cardiaco y me lleva al movimiento corporal, en general son un estímulo y generan una sensación de liberación de energía”
Marta Liliana Márquez, octubre 2016
Estos testimonios ponen en evidencia los imaginarios sociales, territoriales y vínculos afectivos que crean las personas a través del baile. Es una forma de entablar un diálogo con la región; un diálogo y unos lazos que no parten desde lo académico pero desde lo sensorial y corporal y que construyen realidades desde lo exterior sobre el Pacífico. En esta medida es necesario explorar los potenciales y problemáticas de estas prácticas, que están tan presentes en contextos citadinos por fuera de la región Pacífica de Colombia.
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